jueves, enero 25, 2007

Gracias a tí, CRACK

"El sábado viví mi mejor experiencia como jugador. Me emocioné y nunca olvidaré lo sucedido. Oír a todo el estadio corear mi nombre después de fallar el penalti me dejó alucinado. Ni lo vivido en el Mundial, ni momentos anteriores con el Atleti, ni con la selección en categorías inferiores, nada comparado con esto", explicó Torres.

Y es que el capitán, que falló un penalti ante Osasuna, reconoce que se le puso "la piel de gallina" al escuchar corear su nombre por la afición, lo que hizo que se "sobrepusiera inmediatamente" de su fallo. "Será un momento inolvidable para mí. Gracias a todos porque me demostrásteis, una vez más, que como en mi casa no estaré en ningún sitio", señaló, haciendo un guiño a su permanencia en el Atlético. (Diario AS).


Lo que sentimos las 45.000 personas que estuvimos esa noche en el Vicente Calderón fue espectacular. Simplemente decir que estoy orgulloso de haber formado parte de ese momento y reivindicar que la afición de un equipo no debe gritar sólo cuando las cosas van bien, hay que saber apoyar a los jugadores en los peores momentos. Esto no lo digo para criticar a aficiones rivales (como los madridistas, que cuando van al estadio parece que están en la ópera) sino para hacer ver lo bonito que es respaldar a los tuyos cuando vienen mal dadas.

lunes, enero 22, 2007

Pamplona entera se va de borrachera

Tras el partido de ida de octavos de final de Copa ante Osasuna, el Atlético debía viajar a Vigo para enfrentarse al Celta. El partido fue coser y cantar para el conjunto rojiblanco, que a la media hora ya ganaba por dos a cero con sendos goles de Fernando Torres. En la segunda parte Agüero rendondeó el resultado, que se vería modificado más tarde merced al tanto de Nené para dejar el definitivo 1-3 en el marcador.

El gran juego desplegado por el equipo de Aguirre en Balaídos hacía crecer la confianza en una victoria en el antiguo Sadar. El Atlético jugaría el miércoles la vuelta de los octavos de final frente a Osasuna. El conjunto rojillo consiguió un valioso empate a uno e el Calderón, por lo que afrontaba la vuelta en casa con la confianza de saber que un empate a cero le bastaba. Sin embargo, los navarros no salieron a especular, y al descanso ya vencían por 2-0. El resultado se mantuvo hasta el final pese a los intentos del Kun , por lo que los de Pamplona consiguieron clasificar para cuartos de la Copa del Rey.


Casualidades de la vida, el siguiente partido de Liga enfrentó de nuevo, por tercera vez en diez días, a Atlético y Osasuna, esta vez en el Vicente Calderón. El choque comenzó tosco y aburrido. Ninguno de los dos equipos conseguía llegar al área rival con claridad y todos los ataques de la primera mitad se estrellaban contra la defensa rival. En el segundo acto el Atlético despertó y comenzó a elaborar jugadas. El Kun Agüero monopolizaba las acciones de peligro rojiblancas y a punto estuvo de batir a Ricardo en una buena jugada personal. Pero la fortuna quiso dejar para el final del encuentro todos los acontecimientos importantes que sucederían en este. Todo comenzó en el minuto 77, cuando el árbitro señaló penalty y expulsión a Cuéllar por un claro agarrón a Fernando Torres. El Niño asumió la responsabilidad de la pena máxima, y falló. El disparo ni siquiera fue entre los palos. Ante esta desgracia la grada arropó como nunca a su ídolo y supo darle fuerzas para que no se derrumbará. Apenas seis minutos después, en el 83, un córner botado por Jurado dio origen al gol colchonero. Tras varios rechaces el balón le calló a Zé Castro, que la enchufó al fondo de las mallas haciendo enloquecer a los más de 45.000 aficionados que se dieron cita en el coliseo rojiblanco. Lo cierto es que las palabras del Cuco Ziganda, entrenador de Osasuna, resumen prefectamente lo que sucedió en los minutos finales del choque, "El equipo enfocó mal la rabia". Y es que dos minutos depués del tanto, el ex-mandrilista Soldado propinó un deleznable codazo al portugués Zé Castro, y fue expulsado automáticamente. Una vez en los minutos de prolongación el portero Ricardo demosotró su nerviosismo al dar un patada a la pelota cuando ya estaba fuera del campo. Este acto significó su segunda amarilla, que ya debía haber visto mediada la segunda parte por un sucio empujón a Agüero que el árbitro no vio o no quiso ver. Corría el minuto 95 y el Atlético bailaba a su gusto a los ocho jugadores rojillos. El público comenzó a corear cada pase con olés, en clara señal de burla hacia el verdugo de la Copa. Tras unos cuantos pases entre los zagueros rojiblancos Raúl García no pudo soportar la humillación y realizó una terrible entrada a Seitaridis, que, como no podía er de otra manera, fue premiada con una tarjeta roja directa. Osasuna acabó con siete y el Atlético con tres puntos más.

Finalizada la primera vuelta los de Aguirre son quintos con 35 puntos, a uno de Champions y a tres del liderato. Soñar es gratis.

martes, enero 09, 2007

2007, un inicio de año no muy convincente


Nueve días llevamos de 2007, suficientes para comprobar que algo en el Atlético no funciona. Bien es verdad que las dos alas del equipo siguen en la enfermeria, y que titulares como Maniche o Seitaridis no han jugado todavía ni un minuto este año. Pero el juego del conjunto colchonero continua sin convencer. El empate contra el Nástic en la decimoctava jornada liguera dejó un sabor amargo. El partido, aun sin ser dominado claramente por ninguno de los dos equipos, debió caer del lado rojiblanco. Galletti fallo una clamorosa ocasión, y esque el argentino debería aprender a utilizar su pierna zurda para algo más que para apoyar. El partido no dejó mucho para el recuerdo, Zé Castro fue expulsado en los últimos minutos y el choque finalizó con el marcador inicial de 0-0.

Tres días depués llegaba el Osasuna al Calderón para jugar la ida de los octavos de final de la Copa del Rey. La fría noche madrileña no auguraba un choque de gran fútbol. Fue el equipo rojillo el que se adelantó en el marcador merced al tanto de Webó. Pese a haber dominado el juego hasta ese momento, el conjunto rojiblanco no se rindió e intentó la remontada. Sin embargo, nada más comenzar la segunda parte Pablo Ibáñez fue expulsado por una fea entrada por detrás. Tras el shock de la tarjeta roja, los colchoneros tomaron las riendas del encuentro y comenzaron a acercarse al área pamplonica. Pero tuvo que ser el salvador de siempre, el que está comenzando a forjarse un mito en el Atlético, el ya no tan "Niño" Torres. Controló el esférico en el pico del área, y, tras colocarlo para su pierna derecha, golpeó la pelota para ponerla en la escuadra contraria. Inalcanzable para Ricardo, simplemente GENIAL. El partido finalizó con empate a uno, y el Atleti confía en poder ganar en el Reyno de Navarra para accerder a los cuartos de la Copa.