De nuevo la misma historia. Los puntos ganados con tanto sudor en el Ruiz de Lopera y en otros campos esta temporada son desperdiciados al no ser capaz de hacer los deberes en casa. No le hizo falta mucho tiempo al filial madridista(Espanyol) para anotar el primer gol y seguir con la estadística: todos los equipos que han visitado el Calderón han empezado ganando. No podía ser menos el conjunto catalán que se adelantó con un gol de su buque insignia, Tamudo. El Atlético no reaccionó de manera tan contundente como lo hiciera el día del Villareal, pero si fue capaz de crear algunas ocasiones, en su mayoría nacidas de las botas de Torres, que cuajó un partidazo. No fue hasta mediada la segunda parte cuando la esperanza de la remontada se convirtió en algo factible. Fernando Torres cazó una pelota en el área para poner un cabezazo en el fondo de las mallas. Todo parecía a favor, el empate hizo crecerse al equipo y el Espanyol estaba encerrado. Pero duró poco la sensación positiva. Minutos después el colegiado Ayza Gámez se inventó una falta al borde del área de Leo Franco. Luis García no desaprovecho la ocasión para asestarle el golpe definitivo al Atlético y hacer surgir el rumor en la grada, que recordaba lo sucedido la última vez que ese árbitro visitó el Manzanares (dos penaltis en contra detenidos por Leo, botella de wishky, tres expulsados, suspensión del partido, etc). Esperemos que cambie el cuento el domingo próximo ante el Getafe.
El resto de la jornada dejó la derrota del vecino a manos del Sevilla, la pobre victoria del Barça frente al último clasificado y la aplastante, que no exigua de polémica, goleada del Valencia al Depor. Esta vez no hubo llantos por parte de Sánchez Flores.
En la foto podemos ver a un seguidor espanyolista en el descanso del partido que se disputó en el Vicente Calderón el domingo pasado.
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